📘 قراءة كتاب Elevaci oacute n del estatus de la mujer en el Islam أونلاين
El Islam ha elevado el estatus de la mujer. Muchos, al escuchar
esto, pueden asumir que se trata de una contradicción porque la
idea prevalente –al menos en Occidente– es que el Islam no eleva
el estatus de la mujer, sino que la oprime y suprime. En relación a
esto se puede decir que hoy hay básicamente dos puntos de vista
en el mundo. Estas dos visiones frecuentemente están en conflicto,
no sólo a nivel personal donde los seres humanos individualmente
toman posiciones, sino también a un nivel internacional en
términos del debate sobre la autenticidad y la veracidad de ambas.
El primer punto de vista es la visión liberal de Occidente. Una
visión que clama tener sus raíces en las tradiciones judeocristianas
que probablemente, basados en investigación, en realidad
corresponde a una visión aparecida luego de la Reforma, ideas que
tienen raíces en el secularismo y la cosmovisión mundial que
apareció después, ya en la “era de la ilustración”.
La segunda visión es la de los musulmanes –la visión del
mundo islámico–, y esta visión establece que sus raíces e ideología
se basan en la revelación dada por Dios (o Allah, en árabe) al
Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Dios sean con
él. Aquellos que proclaman esta visión dicen que puede ser usada
por la humanidad en todo tiempo y lugar, y que su relevancia y
beneficio no están restringidos a cierto periodo de tiempo, área
geográfica o etnia. De la misma manera, los adherentes a la
primera visión, la del secularismo occidental y la tradición liberal,
creen que su visión del mundo, ideas, cultura y civilización son la
mejor para la humanidad. El autor norteamericano, Francis
Fukujama, escribe en un libro titulado El Fin de la Historia y el
Último Hombre. En este libro básicamente él propone la teoría de
que el desarrollo de la humanidad, en términos del desarrollo de
sus ideas, ha concluido en el periodo final del pensamiento liberal
secular y posteriormente nada nuevo vendrá para la humanidad.
Sin embargo, en su libro, él agrega que la única parte del mundo
que no ha adoptado este punto secular es el mundo islámico, y
propone que habrá un conflicto en términos de esta ideología en
dicho mundo.
Con esta breve introducción, uno de los temas en contención
entre estas dos visiones mundiales –la del punto de vista secular
occidental y la Islámica tradicional– concierne a las mujeres.
¿Cuál es la posición y el estatus de la mujer? ¿Cómo son
percibidas las mujeres? ¿Son las mujeres elevadas en una cultura y
oprimidas en otra?
La visión occidental es que las mujeres sólo son exaltadas en
Occidente y que cada vez tienen más y más derechos con el pasar
del tiempo, mientras que sus hermanas –dicen ellos– en el mundo
islámico todavía están siendo oprimidas. Los musulmanes que
afirman que es el sistema islámico el que provee la verdadera
libertad para hombres y mujeres por igual, y que las mujeres en
Occidente, al igual que los hombres, han sido engañadas con una
idea de libertad que en realidad no es tal.
Cómo las mujeres son entendidas en el Islam no puede ser
adecuadamente comprendido –y esto es más significativo, yo
creo– a menos que uno entienda exactamente lo que podríamos
llamar la filosofía básica o el entendimiento ideológico, porque
este es, en realidad, un concepto teológico.
Primero, analicemos cómo son percibidas y entendidas
exactamente las mujeres en la tradición occidental para comparar y
contrastar perspectivas. Nosotros sabemos que la tradición
occidental se ve a sí misma como la heredera intelectual de las
tradiciones griegas que existían antes de Jesucristo, la paz sea con
él; por consiguiente, muchas de estas tradiciones intelectuales de
Occidente están fundadas en alguna medida en los escritos de los
primeros filósofos griegos como Aristóteles y Platón, etc.
¿Cómo veían ellos a las mujeres? ¿Cómo eran las ideas de
Aristóteles y Platón sobre las mujeres? Cuando uno revisa el
trabajo de los primeros filósofos griegos, se encuentra que ellos
tenían unas visiones muy despectivas sobre las mujeres.
Aristóteles en sus escritos argumenta que las mujeres no eran seres
humanos completos y que la naturaleza de una mujer no era la de
una persona completa. Como resultado, las mujeres eran por
naturaleza deficientes, no podrían ser confiables y eran miradas
con menosprecio. De hecho, escritos describen que las mujeres
libres en muchos aspectos de la sociedad griega –excepto por las
pocas mujeres de las clases de la élite– tenían posiciones no
mejores que animales o esclavos.
Esta visión aristotélica de la mujer fue posteriormente llevada a
la tradición cristiana temprana de la iglesia católica. Santo Tomas
de Aquino en sus escritos propone que la mujer era una trampa de
Satán. La historia de Adán y Eva suma otra dimensión a las
tempranas ideas griegas de Aristóteles. Las mujeres eran la causa
de la caída del hombre y, por consiguiente, eran una trampa de
Satán. Y deberían ser miradas con precaución porque ellas
causaron la primera caída de la humanidad
Europa decide liberarse a sí misma de los grilletes y cadenas de la
iglesia católica.
El conjunto de conceptos (ideas) propuestos durante la
Iluminación o la Era de la Razón, crearon la sensación de una
necesidad de cambio en las ideas y la forma de pensar. Muchas de
estas ideas eran de naturaleza científica –como que la tierra giraba
alrededor del sol, y no era el sol el que giraba entorno a la tierra–.
De naturaleza teológica, como los escritos de Martín Lutero, y de
naturaleza social como la posición de la mujer en la sociedad; sin
embargo, los escritores de la Iluminación continuaron arrastrando
este tema básico, sin mucho cambio: que la mujer no era un ser
humano completo. Durante la revolución, escritores franceses
como Rousseau, Voltaire y otros, miraban a la mujer como un peso
que había que cargar. Debido a esto, Rousseau en su libro Emile
propone una forma de educación diferente para la mujer, basado en
el hecho de que la mujer era incapaz de entender lo mismo que los
hombres eran capaces de entender.
Esta es la tradición que Occidente heredó. Posteriormente,
encontramos en 1800 los primeros escritos hechos por mujeres, y
algunos hombres, que hacen un llamado a cambiar estas ideas. Y
allí encontramos los orígenes de los primeros movimientos
feministas. Uno de los más tempranos libros escritos fue la
Vindicación de los Derechos de la Mujer, por Mary Walsencraft,
que apareció en el 1800. A continuación, empezó la tradición de
que las mujeres recibieran ciertos derechos. Los primeros fueron,
básicamente, derechos legales, porque hasta 1800 las mujeres no
podían tener propiedad privada o disponer de sus bienes como lo
hacían los hombres. Es conocido que las primeras leyes que
permitieron a las mujeres tener bienes en Estados Unidos y
Europa, aparecieron sólo después de las últimas décadas del 1800.
La Revolución Industrial causó otro ímpetu, otra búsqueda a
este movimiento feminista. Las mujeres en la Revolución
Industrial, especialmente en Inglaterra, eran forzadas a trabajar por
muchas horas en las minas de carbón,etc., y su paga era bien baja
Tomado de la conferencia dictada en la Universidad McGill en Canadá, sobre cómo el Islam elevó el estatus de la mujer.
سنة النشر : 2013م / 1434هـ .
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نوع الكتاب : pdf.
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